Atrofia o sequedad vaginal. Síntomas, causas y posible tratamiento

La  atrofia vaginal, conocida popularmente como “sequedad vaginal”, se caracteriza por una disminución progresiva del espesor de la mucosa del epitelio genital, que perdiendo sus capas, generalmente manifiesta una mayor sensibilidad. Esta pérdida de espesor de la mucosa de la zona se debe fundamentalmente a la pérdida progresiva de colágeno en la matriz subepitelial y a la reducción en los vasos sanguíneos capilares de la zona.

Los síntomas que puede presentar la atrofia o sequedad vaginal son:

  • Picor o escozor (prurito) por la falta de hidratación espontánea de la zona.
  • Reducción o ausencia de lubricación.
  • Aumento de PH vaginal.
  • Aumento de la aparición de vaginitis (infecciones vaginales) por reducirse el contenido habitual de lactobacilos de defensa.
  • Ardor por estado inflamatorio.
  • Dispaurenia (dolor durante las relaciones sexuales).
  • Sangrado (cantidad variable) después de mantener relaciones sexuales.
  • Sangrado por revisiones ginecológicas (al colocar el espéculo o por la palpación vaginal).

La atrofia es una consecuencia de la reducción de la producción de estrógenos y puede aparecer por diferentes causas. Algunas de ellas son:

  • Menopausia
  • Tratamientos prolongados como la quimioterapia, la terapia hormonal (anticonceptivos) o la terapia de radiación.
  • Extirpación ovárica.
  • Durante la lactancia disminuyen lios niveles de estrógenos, lo cual también puede provocar atrofia vaginal durante este período..
  • Estrés.
  • Ejercicio físico excesivo.
  • Consumo de tabaco.

TRATAMIENTO con LÁSER VAGINAL

El tratamiento de rejuvenecimiento vaginal se basa en la aplicación de calor mediante una luz de láser CO2 fraccionado. El láser inicia una acción de reparación del tejido vaginal, aumentando por un lado el contenido intracelular de glucógeno y va a conducir a una remodelación de las fibras de colágeno de la vagina. Mediante este tratamiento se reactiva la vascularización sanguínea capilar y se favorece así el reequilibrio de la mucosa de la zona vulvo-vaginal. Por otro lado, esto conduce a un aumento en el nivel de lactobacilos, recuperando así el PH vaginal y mejorando las defensas ante agentes externos. En conjunto, ayuda a hacer desaparecer los síntomas de la atrofia vaginal y las incomodidades que ésta conlleva para la vida de la mujer.